jueves, 31 de marzo de 2016

Cadena Hotelera NH y su pretensión de gestionar 150 hoteles en China.

La cadena de hoteles española NH aspira a gestionar entre 120 y 150 hoteles en China para 2020. Así lo afirmó hoy su consejero delegado, Federico González Tejera, en el acto de presentación en Pekín de la empresa conjunta (joint venture) entre el grupo hotelero y su principal accionista, la china HNA, que controla el 29,5% de sus títulos.
La nueva compañía, NH China, planea explotar la gestión de hoteles en la segunda economía del mundo, especialmente en el sector de establecimientos de categoría media, aún escasos en el país. La joint venture, que tendrá su sede en Pekín, contará con su primer hotel ya este mismo año en la localidad turística de Sanya, en la isla tropical china de Hainan, al que seguirá otro a comienzos de 2017 en la misma región.
Su plan estratégico prevé firmar este año contratos para la gestión de 10 a 20 hoteles y continuar creciendo a lo largo de los próximos 5 años. “Es un gran desafío, y una enorme satisfacción, estar presentes en uno de los países más grandes del mundo, que va a ser nuestro país número 30”, ha apuntado González Tejera.
Por su parte, el director ejecutivo de la empresa conjunta, Markland Blaiklock, indicó que inicialmente se abrirán hoteles “insignia” de NH en las principales ciudades chinas para dar a conocer la marca -que en mandarín se llamará “Nuo Han”-, y gradualmente la red se expandirá a ciudades de segundo y tercer nivel.
Es el mayor desembarco de un grupo hotelero español en la segunda economía mundial, un mercado que ya empezó a explorar la cadena Meliá con dos establecimientos. Y NH asegura llegar con enormes ambiciones. “Queremos convertirnos en una marca que sea familiar en el mercado chino, de modo que cuando los ciudadanos chinos viajen busquen nuestros hoteles en los lugares a los que se desplacen”, afirma González Tejera.
“La explosión de la clase media china supone que más de 100 millones de ciudadanos chinos se convertirán en el motor clave de un aumento del consumo de alto nivel en el sector de los viajes y la hostelería. Con nuestro plan estratégico, el grupo NH Hotel estará idealmente posicionado para aprovecharnos de este acontecimiento en el mercado hotelero”, agrega.
La presencia de NH se centrará exclusivamente en la gestión. Al contrario de lo que ha ocurrido en su expansión en América Latina y otros lugares, no tendrá la propiedad de los hoteles, que pertenecerán a HNA o a terceros.
La cadena española ha comenzado a gestionar ya algunos hoteles de la marca Tangla, propiedad de HNA y especializada en el sector de establecimientos de lujo, a modo de iniciación en un mercado que puede ser muy idiosincrásico.
A este respecto, Blaiklock indicó que los hoteles gestionados en China por esta compañía conjunta se adaptarán a los gustos de sus clientes, especialmente en materia de alimentación o de servicios. Pero, según subrayó González Tejera, se mantendrán los estándares y características principales de la marca, desde la calidad de sus desayunos a la innovación en su diseño.
El proyecto conjunto de NH y HNA comenzó a gestarse con la entrada como accionista del grupo chino, matriz de la línea aérea Hainan Airlines pero que también posee negocios en el sector hotelero o el financiero, en la cadena española en abril de 2013. Inicialmente, HNA se hizo con un 20% del capital de NH, una participación que amplió en posteriores operaciones. En septiembre de 2014 ambos socios anunciaron la formación de la joint venture. Según comunicó en su día el grupo español a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), NH invertía inicialmente 4,9 millones de dólares, que entonces equivalían a algo menos de 4 millones de euros.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2016/03/30/actualidad/1459348937_019371.html

lunes, 7 de marzo de 2016

Xu Shaoshi, Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CEDR): "China absolutamente no experimentará un aterrizaje duro"

PEKÍN (Reuters) - La economía de China no se dirige hacia un aterrizaje forzoso, ni está lastrando a la economía mundial, dijo el domingo el máximo órgano de planificación económica de China, pero la incertidumbre y la inestabilidad en la economía mundial suponen un riesgo para el crecimiento del país.
China, que el sábado reconoció que enfrenta retos difíciles, pero dijo que mantendría crecimiento económico de, al menos, un 6,5 por ciento de media durante los próximos cinco años, mientras trata de crear más puestos de trabajo y reestructurar las empresas estatales. 
"China absolutamente no experimentará un aterrizaje duro", dijo Xu Shaoshi, titular de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CEDR), a periodistas en una sesión informativa. "Estas predicciones de un aterrizaje forzoso no llegarán a nada".
La economía china creció un 6,9 por ciento en 2015. Aunque la es la más lenta en un cuarto de siglo, el ritmo todavía es relativamente importante entre las principales economías, explica Pekín. China ha establecido un objetivo de crecimiento del 6,5 por ciento al 7 por ciento para este año.
El estado de la segunda economía más grande del mundo y la capacidad de Pekín para gestionarla fueron puntos clave de conversación en un grupo de 20 ministros de Finanzas y banqueros centrales en Shangai el mes pasado.
Li Keqiang dice que China tiene la confianza para gestionar el entorno complejo tanto en el país como en el extranjero mientras mantiene el empuje reformista. 
"En general, creo que la economía de China se ha comportado de forma razonable (desde 2015)," dijo Xu, añadiendo que la economía china no debe ser vista a través de las perspectivas tradicionales.
"En primer lugar, debemos mirar desde el ángulo que la economía ha entrado en un periodo de 'nueva normalidad'", dijo, en el que las tasas de crecimiento han cambiado y los motores de crecimiento de la economía están cambiando a los servicios desde la inversión.
Pekín ha alertado de importantes pérdidas de empleo en las hinchadas industrias del carbón y de acero del país. Pero los planes para reducir el exceso de capacidad industrial eran poco probable que resulte en despidos a gran escala, dijo Xu.
El crecimiento económico va a crear más puestos de trabajo y ayudar a compensar el efecto de las reducciones de capacidad, dijo.
China también planea lanzar varios programas piloto de titularidad mixta en los sectores de petróleo, gas natural y ferrocarril, dijo Xu, que forma parte de las reformas más trascendentales de su amplio e ineficiente sector público ineficaz en dos décadas.
En septiembre del año pasado, China emitió una guía sobre la reforma de las empresas estatales, incluyendo la introducción de la llamada propiedad mixta de estas sociedades.
China tiene cerca de 150.000 empresas de propiedad estatal, que gestiona más de 100 billones de yuanes en activos y emplean a más de 30 millones de personas, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
No obstante, la economía mundial plantea desafíos a China este año, dijo Xu.
"En primer lugar, se espera que la lenta recuperación y las bajas tasas de crecimiento en la economía mundial continuarán durante un período de tiempo", dijo. "Además, no podemos pasar por alto los riesgos de inestabilidad de los mercados financieros (globales), la caída de los precios de los productos básicos y los riesgos de la geopolítica".
Fuente: http://www.swissinfo.ch/spa/la-econom%C3%ADa-china--absolutamente-no--experimentará-un-aterrizaje-forzoso--planificador-estatal/42004126

miércoles, 2 de marzo de 2016

El futuro de las empresas zombies en China

El pasado mes de diciembre, el primer ministro chino, Li Keqiang, aseguraba que una de sus prioridades era “hacer pasar por el quirófano” a un buen número de sus empresas zombies. Es así como llaman en China a las compañías industriales de carácter estatal, fundamentalmente de los sectores del carbón y del acero, que en los últimos años han reducido notablemente su producción pero siguen manteniendo elevadas plantillas por el impacto social que tendrían los millones de despidos que se generarían.
Pero China ha decido que no puede esperar más: el acero y el carbón generan un escaso valor añadidoa su economía, al tiempo que provocan una contaminación medioambiental inasumible. Por ello, en los próximos cinco años va a reducir sustancialmente la capacidad de producción de estos sectores y su Gobierno acaba de anuncia que recortará en 500 millones de toneladas la del carbón y hasta 150 millones de toneladas de acero anualmente.
Pero ¿cuántos trabajadores podrían perder su empleo en esta reconversión? Las cifras oficiales facilitadas el lunes por el Gobierno chino apuntaban que sobran 1,3 millones de empleados en el sector del carbón y otro medio millón en el del acero antes de tres años.
Sin embargo, otras fuentes autorizadas que prefirieron guardar su anonimato citadas por la agencia Reuters triplican hoy la cifra de posibles despidos. En concreto, dichas fuentes indicaban que entre cinco y seis millones de trabajadores de estas empresas zombies podrían perder su puesto de trabajo en los próximos tres años.
Esto obligará a que el Gobierno chino, obsesionado con mantener la paz social en el mercado laboral, según precisan estas fuentes, se gaste cerca de 21.000 millones de euros (150.000 millones de yuanes) de aquí a tres años en costear las prejubilaciones y las ayudas a los trabajadores afectados por los despidos.
Esta cantidad corresponde a la creación de un fondo estatal de 14.000 millones de euros (100.000 millones de yuanes) para compensar directamente los 1,8 millones de despidos que se llevarán a cabo. Y, en segundo lugar, pretende invertir cerca de 6.500 millones de euros más (46.000 millones de yuanes), procedentes a los recargos que aplicarán a las plantas de carbón, a reciclar y recolocar a estos despedidos.
No obstante, el Gobierno chino se ha centrado en paliar los efectos sociales que tendrá esta reconversión pero no ha dicho aún qué pasará con las deudas financieras de estas compañías zombies que podrían ser desmanteladas o en el mejor de los casos jibarizadas. Esta situación podría, según las fuentes consultadas, asfixiar a muchos bancos locales.
“El Gobierno se ha propuesto dedicar todo ese dinero exclusivamente a los trabajadores despedidos, pero no hay dinero para las deudas con los bancos, y si eso no se soluciona muchas entidades bancarias tendrán problemas y se sembrará el pánico”, advierte Xu Zhongbo, líder de Beijin Metal Consulting, que asesora al sector del acero chino.
E igualmente está sin resolver cómo estas compañías saldarán sus deudas con otros proveedores en caso de cierre.
A todo esto se le suma que, a pesar de que el Gobierno chino ha prometido a los bancos afectados trasladar toda esta deuda mala a empresas de gestión de activos, los gobiernos regionales no confían en acceder siquiera a los fondos para paliar los despidos hasta que se desmantelen estas empresas y se reorganicen sus deudas.
Con todo esto, China se enfrenta al mayor proceso de reestructuración económica de los últimos 18 años, cuando inició la reestructuración de su sector público. En aquella ocasión, cerca de 28 millones de empleados públicos fueron despedidos entre 1998 y 2003, lo que costó al Gobierno central chino más de 10.200 millones de euros (73.100 millones de yuanes) en recolocaciones y prejubilaciones. Según las últimas cifras, de 2013, el gigantesco sector público chino emplea a alrededor de 37 millones de trabajadores, que son responsables del 40% de su producción industrial.
Fuente: http://cincodias.com/cincodias/2016/03/01/economia/1456840823_129986.html