domingo, 22 de febrero de 2015

China en Europa

El cambio de China, que ha pasado de enfocarse en el crecimiento de sus exportaciones a promover el crecimiento de su mercado doméstico, está causando una ola de inversiones en el exterior por parte de empresas chinas y está abriendo la puerta para que las empresas extranjeras inviertan más en el país.
Esta nueva situación está incrementando el interés de China por la tecnología, las marcas y otros recursos distintos de las commodities, como recursos de mano de obra y de capital. Como consecuencia, el país se está integrando más en la economía mundial y el consumidor chino será un motor del crecimiento económico global en el futuro.
China se ha convertido en un importante actor económico en el escenario mundial. Con una economía de 9,4 billones de dólares que representa el 12% del PIB mundial y con 4,01 billones de dólares de reservas en divisas. Pero los activos de inversión directa y de cartera de China tienen mucho espacio para crecer. Representan sólo el 6% del total actual situado en 1,46 billones de dólares de inversiones directas en el extranjero. Sin embargo, este panorama está cambiando.
Durante algún tiempo, el país ha ido desconectándose de la dependencia de las exportaciones y fomentando el crecimiento del consumo interno, con una producción y servicios de mayor valor añadido. Para acelerar este proceso, los responsables políticos de China están recurriendo a la promoción de inversiones y adquisiciones en el extranjero, comprando recursos, tecnología, marcas y conocimiento.
El año pasado, la inversión directa en el exterior de China (ODI, según sus siglas en inglés) se incrementó un 14,1% a un nuevo máximo de 102.900 millones de dólares. El aumento en el crecimiento de la ODI fue mucho mayor que el crecimiento de la inversión extranjera directa (FDI según sus siglas en inglés) en China, que subió un 1,7% hasta los 119.600 millones de dólares.
Esta es la primera vez que los flujos bidireccionales de capital nominal están prácticamente en equilibrio. Sobre la base de la tendencia actual, Beijing predice que la inversión exterior podría superar la inversión entrante el próximo año. El gobierno ya ha comenzado a simplificar los procedimientos para invertir en el extranjero lo que está permitiendo que los flujos hacia el exterior sigan creciendo.
En términos geográficos, Europa se ha convertido en el destino preferido. La inversión china en la Unión Europea casi se triplicó en 2014. Su motivación es la adquisición de tecnología puntera, marcas y producción final de alta calidad para aumentar la competencia interna en China y ayudar a mejorar la confianza de los consumidores chinos.
Hemos visto un aumento masivo de los flujos de inversión chinos en América del Norte y Europa, sobre todo a través de fusiones y adquisiciones (M&A). Reino Unido ha sido objetivo destacado para las adquisiciones chinas, pero Alemania todavía mantiene el liderazgo en términos de volumen de negocio total. En 2013, 25 de las 120 operaciones chinas de M&A en Europa tuvieron lugar en Alemania. Francia, los Países Bajos e Italia le siguen de cerca. España ocupa también un lugar destacado en este contexto, tal y como han demostrado recientes operaciones protagonizadas por compañías chinas en nuestros país. Además, China es el tercer país del que importa España y el onceavo destino para las exportaciones españolas.
Las empresas privadas chinas, en lugar de las estatales, han sido los principales compradores de las compañías europeas. La adquisición de marcas conocidas es una forma efectiva para las empresas chinas de acelerar su internacionalización, diferenciarse y diversificarse de otros jugadores nacionales y adoptar tecnología líder en el mundo.
Este auge de la inversión china tiene el potencial de contribuir al crecimiento europeo. Aunque el impacto de la inversión china en el ámbito de la UE ha sido menor hasta el momento, ya hay indicios de importantes ingresos y generación de empleo en el país de acogida en sectores como equipos de telecomunicaciones.
Tal vez la posibilidad más fascinante es que la nueva prosperidad de China podría ofrecer un mercado extenso y nuevo para el deteriorado sector manufacturero europeo.
A medida que los consumidores chinos se interesan por bienes más caros y de alto valor añadido, los costes salariales relativos para los productores europeos se han convertido en un factor menos importante, abriendo nuevas oportunidades para los costes relativamente altos de Europa y su personal altamente productivo.
China aún mantiene controles significativos en las entradas de capital y muchos sectores permanecen cerrados a la inversión extranjera, especialmente en los servicios. El crecimiento de la ODI de China está proporcionando oportunidades para las empresas europeas que han experimentado una fusión o adquisición - principalmente pequeñas y medianas - para entrar en los mercados emergentes. Y el aumento de la ODI de China también proporciona a Beijing una buena razón para acelerar el ritmo de apertura.
Los ganadores de la creciente inversión exterior de China en Europa serán los países que ofrezcan el entorno más acogedor. Las autoridades deben asegurarse de que su país aprovecha la oportunidad que ofrece esta fuente de capital cada vez más importante.
La liberalización en curso del renminbi es otra razón por la que es más fácil para las empresas chinas invertir en el extranjero. El uso del renminbi para desarrollar operaciones transfronterizas ayuda a reducir los costes de conversión de moneda, reducir la exposición a la fluctuación del tipo de cambio, simplificar los procedimientos para el pago, y mejorar el uso eficiente de los fondos.
En 2013, el renminbi se utilizó aproximadamente en el 60% de la inversión extranjera directa en China, pero sólo representó el 15% de la inversión directa en el exterior realizada por China. Esperamos que el renminbi represente una mayor proporción de la ODI de China con el tiempo. La siguiente fase del flujo de inversión del renminbi se centrará en la estrategia en el exterior de China.
Varias de las inversiones de M&A en el extranjero, por ejemplo, se han conseguido con pagos o aportes de capital remitidos en renminbi fuera de China continental. Las empresas chinas estarán buscando agresivamente adquisiciones en el extranjero. Los fondos de capital riesgo también invertirán fuera.
China ha ido emergiendo como una potencia económica de primer nivel en el escenario mundial durante más de tres décadas. En los últimos años, el rápido desarrollo de la inversión exterior de China y la creciente importancia del renminbi como moneda de comercio e inversión profundizarán su creciente influencia en los asuntos financieros mundiales. Previsiblemente, veremos más titulares de nuevas inversiones protagonizadas por China.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/02/20/actualidad/1424431967_251746.html

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