China ya no está "demasiado lejos" de permitir la total convertibilidad del yuan a otras divisas sin ningún tipo de límite a la cantidad cambiada, un paso de apertura financiera que dará mayor flexibilidad a la inversión china en el extranjero, aseguró el vicegobernador del banco central.
Según recoge el diario independiente South China Morning Post, el vicegobernador del Banco Popular de China, Pan Gongsheng, hizo estas afirmaciones en la ciudad costera china de Qingdao (noreste), en el marco de un foro financiero organizado allí por las autoridades locales.
"No estamos demasiado lejos de una convertibilidad completa del yuan en la cuenta de capital", afirmó Pan en ese foro.
El último paso en la apertura de la cuenta de capital (que mide la entrada y salida de capital, y contabiliza inversiones, activos financieros como valores y bonos, y bienes inmuebles) será la puesta en marcha de un nuevo programa, anunciado en marzo, que permitirá a los ciudadanos chinos invertir directamente en bolsas extranjeras.
Se trata del llamado programa de Inversores Individuales Nacionales Cualificados (QDII2), que será posible gracias a la Zona Piloto de Libre Comercio de China (ZPLC) de Shanghái, y luego probablemente también mediante las otras tres recientemente creadas en las regiones de Tianjin (noreste), Fujian y Cantón (sureste).
En la actualidad sólo los inversores institucionales pueden aspirar a invertir directamente en mercados de valores extranjeros desde China, mediante un sistema de cuotas, gracias al llamado programa de Inversores Institucionales Cualificados (QDII).
Por su parte, los inversores individuales chinos sólo pueden acceder por ahora a las bolsas extranjeras de manera indirecta, a través de bancos y fondos mutuos.
"El (programa) QDII2 eliminará el bloqueo para que los individuos que inviertan en el extranjero", confirmó Pan ayer en Cantón.
Como pasos previos en la misma dirección, mencionó también la creación del vínculo bursátil parcial, también mediante un sistema de cuotas máximas diarias, entre las bolsas de Shanghái y Hong Kong, que empezó a funcionar en noviembre pasado y provocó una larga racha alcista de siete meses, y otra similar que se está preparando aún.
Este segundo mecanismo se llevará a cabo entre el segundo parqué chino, el de Shenzhen, en la provincia de Cantón, fronteriza con Hong Kong, y de nuevo el de la bolsa de la ex colonia británica.
Además, el establecimiento en 2003 de un programa similar de Inversores Institucionales Extranjeros Cualificados (QFII, denominado en dólares, y que funciona también por cuotas máximas totales autorizadas por Pekín para invertir en los parqués chinos) fue igualmente otro paso importante en ese sentido, indicó Pan.
El vicegobernador recordó que, dada la inmensidad del mercado de la gestión de activos en China, hay una gran demanda entre los particulares por diversificar sus riesgos.
Este tipo de programas, añadió, deberían de ayudar, así, a fomentar las inversiones transfronterizas en yuanes y a extender el uso internacional de la divisa china.
Con todo, un mercado de gestión de activos sano debería contar con una mejor capacidad de gestionar los riesgos y con más herramientas de inversión que las disponibles por ahora en el país, explicó Pan, que defendió también que las fuerzas del mercado tengan un peso mayor en el sector.
"Si no hay un riesgo para el sistema, los reguladores podrían permitir (más a menudo) que hubiera impagos (en casos de inversiones desafortunadas), ya que estos están movidos por las fuerzas del mercado", afirmó el vicegobernador, "y una experiencia de este tipo puede fortalecer la disciplina del mercado" a largo plazo, indicó.
Aun así, reconoció que para que eso sea posible es necesario poner en marcha una normativa muy estricta que evite cualquier tipo de fraude en el sector.
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